La mamoplastia de aumento es una técnica quirúrgica destinada a mejorar el volumen y la forma del pecho femenino, en aquellas mujeres cuyos pechos no se ajustan a su propio ideal estético.
La cirugía de Aumento Mamario se aconseja a aquellas pacientes pacientes que:
Este tipo de cirugía aporta soluciones específicas para cada caso.
Nuestros especialistas, aplican la técnica de Aumento Mamario mediante el uso de implantes mamarios.
La mamoplastia de aumento es una técnica quirúrgica que consiste en la implantación de una prótesis de mama bajo la glándula mamaria o del músculo pectoral. El cirujano decidirá el lugar más conveniente dependiendo de la anatomía y del volumen de la mama existente en la paciente. Generalmente se implanta por debajo del músculo para que la prótesis tenga más cobertura por los tejidos propios del cuerpo.
El procedimiento consiste en realizar una pequeña incisión en la areola o, en casos muy excepcionales, en el pliegue bajo el pecho. Generalmente se utiliza la primera vía ya que permite un buen abordaje y la cicatriz queda perfectamente disimulada. Una vez colocado el implante, se sutura la incisión y se pueden colocar, según el caso, drenajes que permanecerán por espacio de 24 horas.
Como resultado de la operación, puede notar una pérdida transitoria de la sensibilidad de la zona que normalmente irá recuperando totalmente de manera paulatina y progresiva.
La duración de la intervención es de una hora y media aproximadamente.
Anestesia: se realiza una sedación profunda con anestesia local: neuroleptoanalgesia.
Hospitalización: es ambulatoria, lo que significa que la paciente va a ser dada de alta el mismo día de la cirugía,luego de permanecer dos horas y media internada, aproximadamente, y una vez recuperada de la anestesia. Deberá dejar la clínica llevando un vendaje compresivo y volver a su primer control después de 48 horas.
Lista de Estudios Prequirúrgicos necesarios para que la paciente pueda realizarse la cirugía:
El día antes de la cirugía:
El mismo día de la cirugía:
Existen básicamente dos formas: redondas y anatómicas.
La superficie puede ser LISA o TEXTURIZADA. Actualmente se utiliza esta última ya que se ha demostrado que disminuye el índice de contractura capsular mamaria. La superficie lisa está en desuso.
Los rellenos básicamente se dividen en:
Los implantes rellenos con solución fisiológica se encuentran en desuso
Los principales fabricantes de implantes mamarios en el mundo utilizan geles de silicona de muy alta cohesividad. La cohesividad es la capacidad del gel de mantenerse en el lugar sin «escaparse» en caso de ruptura del implante. El tipo y calidad del gel es lo que permite una forma estable, asegurando un resultado más predecible y duradero.
En el mercado argentino hay actualmente más de 8 marcas de implantes mamarios de distintos orígenes, cada una con características propias, pero sólo tres marcas están aprobadas por la Food & Drugs Administration (FDA), la autoridad sanitaria de los Estados Unidos. Estas son: NATRELLE® de Allergan, MENTOR® de Johnson & Johnson y MOTIVA® de Establishment Lab. S.A.
En este punto, cada cirujano tiene su preferencia y el paciente deberá confiar en él.
Es importante destacar que las prótesis tienen un sticker con el número de serie y lote. El cirujano especialista debe entregar a la paciente éste sticker, como constancia de lo que se colocó, de acuerdo con la Disposición 1246 de la Anmat.
Es una forma segura de llevar un registro, cuya utilidad es de vital importancia para futuros controles.
Es necesario que la paciente espero como mínimo 7 días para reincorporarse a su trabajo. Dependiendo del tipo de trabajo que realiza, lo ideal, es lo siguiente:
Por lo general, todas las cirugías plásticas pueden efectuarse después de la adolescencia. En el caso del Aumento Mamario en particular, es necesario que las mamas hayan completado su desarrollo para poder realizar la intervención.
Normalmente sí. La paciente que es sometida a este procedimiento puede dar de mamar en un futuro, salvo casos excepcionales en los que por motivos propios de la mama esto no sea posible.
Las pacientes que acaban de dar a luz, deben esperar por lo menos tres meses para poder realizarse una cirugía de Aumento Mamario.
Sí. Las mamografías son igualmente fiables y no es necesario aumentar su frecuencia. En algún caso es posible que las mamografías necesiten alguna proyección más para cubrir los espacios que podrían tapar los implantes.
Depende de cada paciente. Por eso, para todas las intervenciones, se realizan una serie de pruebas preoperatorias (estudios prequirúrgicos) que, junto con el historial clínico, permitirán detectar si existe alguna contraindicación.
La mamoplastia, como cualquier intervención quirúrgica, no se aconseja cuando la paciente padece alguna enfermedad que pueda interferir con el proceso quirúrgico o si se detecta una posible reacción a la anestesia. Por eso, es imprescindible realizar un estudio mamario previo con mamografía así como una exploración médica completa. También es necesario que las mamas hayan completado su desarrollo para poder realizar la intervención.
Es importante que el cirujano especialista esté informado de toda la medicación que el paciente tome antes de la operación ya que algunos medicamentos podrían ser incompatibles con la aplicación de la anestesia. En estos casos, tanto el cirujano como el anestesista le indicarán los pasos a seguir. La Aspirina (ácido acetilsalicílico) puede provocar problemas de coagulación y consecuentemente hemorragias, por eso se recomienda no ingerirlo el día antes de la cirugía.
Los implantes utilizados en la actualidad son de muy alta calidad y mucho más resistentes que los modelos que se usaban años atrás. A pesar de que estas características, debemos señalar que en ellas existe un pequeño riesgo de rotura (luego de los 10 primeros años) y que la posibilidad de rotura irá aumentando –lógicamente- con el paso del tiempo.
Es por eso que, después de transcurrido ese tiempo, se le recomienda a las pacientes concurrir nuevamente al cirujano especialista para control y evaluación de los implantes
No, siempre y cuando el tamaño del implante sea el adecuado para la paciente. Es conveniente que tenga muy en cuenta las recomendaciones de su cirujano especialista.
Como en cualquier intervención quirúrgica, pueden producirse hemorragias, infección, sangrado mayor del habitual o complicaciones relativas a la anestesia.
En cuanto a riesgos específicos, el que más preocupa por su índice de incidencia es la contractura capsular (endurecimiento de la cicatriz que se crea alrededor de la prótesis). Cuando se realiza un implante, el organismo envuelve la prótesis en una capa de tejido. Esta capa, denominada cápsula, en la mayoría de los casos tiene las paredes delgadas y deja espacio suficiente para que la prótesis pueda distenderse, conservando de este modo el tacto blando adecuado. En un pequeño porcentaje de mujeres, la cápsula se hace gruesa, se retrae y comprime la prótesis, provocando su endurecimiento. La contractura capsular puede producirse en uno o ambos pechos.
La contractura puede ocurrir en cualquier momento. Aún no se sabe por qué algunas mujeres la producen y otras no. Si transcurridos seis meses de la intervención no se han manifestado signos de endurecimiento, es más improbable que se produzca.
La incidencia de presentación de esta complicación ronda el 3% según las estadísticas. En el caso de haber padecido contractura capsular, el cirujano deberá explicarle que las probabilidades de repetición ya no son como inicialmente, del 3%, sino mayores.
También puede darse pérdida o disminución de sensibilidad de alguna región localizada del pecho o pezón, que pueden resultar permanentes, o por el contrario una hipersensibilidad en estas mismas zonas. En referencia a las cicatrices, pueden darse alteraciones que pueden requerir un tratamiento corrector adicional después de la cirugía.
Cabe señalar que los riesgos descritos aparecen en raras ocasiones.