La Braquioplastía es una cirugía estética de brazos que tiene por objetivo mejorar el contorno corporal del paciente devolviéndole la anatomía natural de sus brazos; eliminando la flacidez, el exceso de piel y la adiposidad allí localizada.
La técnica quirúrgica sólo se aplica en el brazo y no en el antebrazo. Además, restaura la armonía y belleza de los brazos, de manera mínimamente invasiva, mejorando la autoestima del paciente.
Los mejores candidatos para la cirugía de Braquioplastía son:
Éste procedimiento quirúrgico suele combinarse con otras cirugías, tales como: Lipo-Abdominoplastia y Lifing de Entrepierna. Puede leer más información al respecto en las diferentes secciones de nuestra página web.
La Braquioplastia o Lifting de Brazos puede combinarse o no con una Lipoescultura previa, en esa región. Este procedimiento mejora y corrige la flacidez presente en la cara interna del brazo, que se extiende desde la axila hasta el codo. Consiste en retirar el tejido graso y la piel excedente, colocando la cicatriz resultante en el surco braquial interno (cara interna del brazo).
Otras deformidades que también corrige:
No todas las personas pueden acceder a una cirugía estética de esta región, requiriéndose una evaluación cuidadosa de cada. El cirujano especialista decidirá qué pacientes pueden hacerlo y qué técnica es la más adecuada para ella. Deberá tomar en cuenta:
Se ponen en consideración todos esos aspectos, anteriormente mencionados, con el fin de indicar el tipo de intervención más propicia, para que sea menos invasiva y deje una cicatriz mínima; y para evitar todo tipo de complicaciones.
Anestesia: sedación profunda con anestesia local: neuroleptoanalgesia.
Hospitalización ambulatoria: el paciente va a ser dado de alta el mismo día de la cirugía, una vez recuperado de la anestesia. Permanece de 4 a 6 horas internado, aproximadamente.
Deberá volver a su primer control después de 48 horas.
Lista de estudios necesarios antes de la cirugía. De su resultado depende que el paciente esté apto o no para realizarse el procedimiento quirúrgico:
El día antes de la cirugía:
El mismo día de la cirugía:
Las personas fumadoras deberán abstenerse durante, al menos, un mes antes y un mes después de la intervención, ya que el tabaco puede afectar de manera muy negativa la cicatrización de la herida. En caso de que no pueda dejarlo durante ese tiempo, por lo menos debe reducir el consumo a la mitad.
Todos estos cuidados posteriores son decisivos para obtener un buen resultado:
El resultado definitivo comienza a observarse después de los primeros tres meses. La sensibilidad de la zona operada se recupera poco a poco, a partir de la segunda semana.
Por lo general, todas las cirugías plásticas pueden efectuarse después de la adolescencia. Si el paciente ha bajado mucho de peso, puede realizarse la cirugía después de los 18 años. Si el problema es por flacidez, después de los 40 años.
Hay que tener en cuenta que la cicatrización y resultado final dependen de varios factores, entre ellos: la calidad de la piel del paciente. Por lo general, se recomienda hidratar la piel con cremas que contengan Vitamina A, una vez que el cirujano retira las cintas sobre la cicatriz. Éste tratamiento ayuda a que la cicatrización sea más rápida.
El cuidado de la piel antes y después de la operación influirá en el resultado final del aspecto de las cicatrices.
El tabaquismo es una contraindicación relativa para éste tipo de cirugías, ya que perjudica la cicatrización. Por lo que deberá dejar de fumar dos semanas antes y después de la cirugía o, por lo menos, reducir la cantidad a la mitad.