El abdomen es una de las zonas del cuerpo, tanto en hombres como mujeres, en donde se acumula adiposidad con mayor facilidad. La Lipoabdominoplastia es un procedimiento quirúrgico que le permite al paciente obtener un abdomen plano y una silueta corporal estilizada; eliminando esa adiposidad localizada y el exceso de piel, mejorando la flaccidez y reparando la pared abdominal.
Los mejores candidatos para la cirugía de Lipoabdominoplastia son:
Según las características del abdomen del paciente se efectuará una Abdominoplastia normal o una mini Abdominoplastia (o mini Dermo). El cirujano especialista es quien tomará esta decisión y le informará al paciente sobre la longitud final de la cicatriz residual.
Una Lipo-Abdominoplastia consiste en la utilización de dos técnicas combinadas: una Lipoescultura de abdomen seguida de una Abdominoplastia (o Dermolipectomia) Reparadora.
Una Lipoescultura de abdomen elimina la adiposidad localiza en abdomen, flancos y zona lumbar; mediante su aspiración con finas cánulas que se insertan a través de pequeñas incisiones en los depósitos grasos situados bajo la piel. Con la succión de la grasa sobrante, se consigue modelar la zona tratada con la consiguiente mejora de la figura y el contorno corporal.
El procedimiento de una Abdominoplastia Reparadora consiste en realizar una incisión en el pliegue suprapúbico (por encima del pubis), para poder despegar y resecar la piel del abdomen. De esa manera, se logra eliminar la dilatación irreversible que presenta la piel del abdomen (colgajo o delantal dermograso), junto con cualquier otra deformidad, tal como: estrías, cicatrices, flacidez, entre otras.
Durante una Abdominoplastia, también se puede reparar la pared muscular del abdomen en aquellos pacientes que presentan Diastasis Abdominal. La Diastasis Abdominal es la separación de los músculos rectos abdominales a causa de un embarazo, después de una sesarea o un aumento masivo de peso (tanto en hombres como mujeres). Para corregir la diastasis, el cirujano vuelve a unir éstos músculos separados, a fin de conseguir un abdomen plano y el estrechamiento de la cintura del paciente.
La extensión de la incisión dependerá de la flacidez de la piel y del grado de obesidad de la persona. La cicatriz queda perfectamente disimulada por la ropa interior.
Tiempo quirúrgico: dos horas y media o tres horas, aproximadamente, dependiendo de su complejidad.
Finalizada la cirugía: el paciente deberá usar cintas micropore con adhesivos biológicos y una faja compresiva.
Los puntos de sutura se retiran a los 21 días.
Anestesia: General o raquídea, dependiendo de la complejidad de cada caso.
Hospitalización ambulatoria: el paciente es dado de alta el mismo día de la cirugía, una vez recuperado de la anestesia. Permanece de 4 a 6 horas internado, aproximadamente.
Deberá volver a su primer control después de 48 horas.
Lista de estudios necesarios antes de la cirugía. De su resultado depende que el paciente esté apto o no para realizarse el procedimiento quirúrgico:
El día antes de la cirugía:
El mismo día de la cirugía:
Las personas fumadoras deberán abstenerse durante, al menos, un mes antes y un mes después de la intervención, ya que el tabaco puede afectar de manera muy negativa la cicatrización de la herida. En caso de que no pueda dejarlo durante ese tiempo, por lo menos debe reducir el consumo a la mitad.
Todos estos cuidados posteriores son decisivos para obtener un buen resultado:
El resultado definitivo comienza a observarse a partir del tercer o cuarto mes. La sensibilidad de la zona operada se recupera poco a poco, a partir de la segunda semana. La cicatriz residual queda camuflada por cualquier prenda de ropa interior.
Es necesario que el paciente espere, como mínimo, 7 días desde la cirugía para reincorporarse a su trabajo. Dependiendo del tipo de trabajo que realiza, lo ideal, es lo siguiente:
Además, podrá volver a realizar actividad física a partir del mes.
Por lo general, todas las cirugías plásticas pueden efectuarse después de la adolescencia. Mayores de edad: 18 años.
Las pacientes deben esperar, por lo menos, tres meses después del parto para poder realizarse una cirugía de Lipoabdominoplastia.
En caso de aquellas pacientes que deseen tener hijos en el futuro, se les aconseja no someterse a esta intervención ya que los embarazos pueden hacer perder definición de la zona abdominal.
Los pacientes que presenten sobrepeso deberán perder peso antes de realizarse una Lipoabdominoplastia. El cirujano especialista es quién decide qué pacientes deben hacerlo, cuánto peso bajar y las indicaciones necesarias para lograrlo.
Si el cirujano así lo requiere, es de suma importancia que el paciente se comprometa a bajar de peso, ya que eso mejora significativamente los resultados finales de la cirugía.
Hay que tener en cuenta que la cicatrización y resultado final dependen de varios factores, entre ellos: la calidad de la piel del paciente. Por lo general, se recomienda hidratar la piel con cremas que contengan Vitamina A, una vez que el cirujano retira las cintas sobre la cicatriz. Éste tratamiento ayuda a que la cicatrización sea más rápida.
El cuidado de la piel, antes y después de la operación, influirá en el resultado final del aspecto de las cicatrices.
Durante una Lipoescultura sólo se elimina adiposidad localizada en diferentes zonas del cuerpo.
La Lipo-Abdominoplastia combina las técnicas de Lipoescultura y Abdominoplastia. Por lo tanto, primero se elimina la adiposidad localizada, mediante la técnica de Lipoescultura, y luego se repara el abdomen, mediante la técnica de Abdominoplastia. El abdomen se repara eliminando, principalmente, el exceso de piel, la flacidez y reparando la pared abdominal (músculos abdominales).
Esta cirugía está contraindicada en aquellos pacientes que: