La nariz es un elemento clave en la estética facial. Una alteración en su forma es una de las causas principales de la falta de armonía en el rostro de una persona.
La Rinoplastia es una intervención quirúrgica destinada a la corrección de deformaciones nasales; en donde se modifica la forma de la nariz, mejorando el equilibrio facial.
Cada Rinoplastia es un caso diferente que debe evaluarse con detenimiento. No se trata únicamente de reducir o aumentar el tamaño de la nariz, sino de adaptarlo a las facciones y características propias del rostro de cada persona.
El objetivo de la cirugía es lograr un equilibrio entre la identidad de la persona y la belleza que quiere alcanzar. El desafío en toda Rinoplastia es lograr una nariz bella, natural y armónica sin dejar rastros de una cirugía.
Existen, básicamente, dos formas de llevar a cabo esta intervención; cada una de las técnicas se denomina:
Rinoplastia Cerrada:
Es la más común de las técnicas. La cirugía se realiza a través de incisiones en el interior de los orificios nasales. A través del interior de la nariz, el cirujano puede tallar y modelar los huesos y cartílagos nasales y configurar una nueva estructura. De esta forma la piel y las membranas se retraen y adaptan hasta conseguir la forma deseada.
No queda visible ninguna cicatriz externa.
Rinoplastia Abierta:
Se aplica sólo en aquellos casos con mayor grado de dificultad. La cirugía se realiza a través de incisiones en las membranas de la punta y el dorso de la nariz. Este tipo de intervención deja una pequeña cicatriz en la base de la columela.
La rinoplastia no siempre es una cirugía reductiva. Hay pacientes que necesitan aumentar el tamaño de su nariz para dar más relieve a la punta, para levantar un dorso hundido o para corregir deformidades tanto de origen congénito como traumático. En estos casos, el cirujano suele recurrir a injertos con tejidos del propio paciente o prótesis especiales, para dar forma o sostén a la nariz.
Tiempo quirúrgico: una hora y media, aproximadamente.
Finalizada la cirugía: el paciente deberá usar un yeso o placa de silicona sobre el dorso de la nariz y dos tapones nasales.
Los puntos de sutura se retiran a los 15 días.
Anestesia: general.
Hospitalización ambulatoria: el paciente va a ser dado de alta el mismo día de la cirugía, una vez recuperado de la anestesia. Permanece de 4 a 6 horas internado, aproximadamente.
Deberá volver a su primer control después de 48 horas.
Lista de estudios necesarios antes de la cirugía. De su resultado depende que el paciente esté apto o no para realizarse el procedimiento quirúrgico:
El día antes de la cirugía:
El mismo día de la cirugía:
Todos estos cuidados posteriores son decisivos para obtener un buen resultado:
El aspecto estético definitivo llevará un tiempo no inferior a los seis meses. Se trata de una evolución lenta y progresiva que puede incluso pasar desapercibida.
El paciente puede volver a trabajar pasadas 48 horas desde su cirugía, después de su primer control con el especialista. Además, podrá realizar actividad física, como ir al gimnasio, a partir de la segunda semana.
Nuestros especialistas recomiendan realizar una Rinoplastia una vez que ha finalizado el proceso de osificación de los huesos de la cara, normalmente entre de los 15 y los 17 años. El especialista evaluará cada caso y determinará si es posible o no realizar esta cirugía.
No es una cirugía dolorosa. Durante el pos operatorio, por lo general, no es necesario el uso de analgésicos.
Las primeras 48 horas se lleva un pequeño taponamiento en los orificios nasales, por eso es necesario respirar por la boca. Una vez retirado el taponamiento ya se puede respirar por la nariz, aunque al principio con cierta dificultad, ya que podrán formarse pequeñas costras internas y existirá una cierta inflamación posquirúrgica inevitable. Al cabo de unos días y con el tratamiento recomendado, el problema se irá solucionando progresivamente.
A los 7 días se retira el yeso (o la férula), en es ese momento la nariz tendrá una forma correcta y lo suficientemente buena como para hacer una vida totalmente normal; pero el resultado definitivo, en lo que a detalles se refiere, precisará de un tiempo mayor, por lo general unos seis meses.